Morelia, Michoacán, a 02 de noviembre de 2025.- Lo que inició como una marcha pacífica en honor al presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, terminó en caos, destrozos y represión en el Centro Histórico de Morelia.
La movilización comenzó pasadas las 4:20 de la tarde desde la Plaza Morelos, conocida como El Caballito, con rumbo a Palacio de Gobierno, en un ambiente de respeto, dolor y exigencia de justicia.
Familias completas, jóvenes y adultos mayores participaron portando carteles, cartulinas, personas con sombrero (distintivo e icono de Manzo) y fotografías del alcalde asesinado, bajo el lema: “Justicia”, “Revocación” y mucho del sentir de inconformidad con el gobierno actual.
Sin embargo, el panorama cambió al llegar al primer cuadro de la ciudad. Disturbios donde se ingresó a Palacio de Gobierno y hubo múltiples destrozos. Testigos y asistentes relataron que un grupo de jóvenes vestidos de negro se infiltró entre los manifestantes y comenzó a provocar desorden.
A través de un chat entre organizadores y asistentes, algunos participantes señalaron:
“No fue la ciudadanía, yo ahí estaba. Esos chicos se acercaron y dijeron que eran un grupo que iban a entrar y empezaron con el desorden. Los organizadores les dijeron que no, principalmente una señora, y les valió. Ellos les decían que no era lo que querían, que la marcha era pacífica”.
De acuerdo con las versiones, los que finalmente fueron los organizadores o lo que terminó siendo el frente de la marcha (al inicio ellos mismos mencionaron que no sabían quién había convocado, pero manejaron y ordenaron lo consecuente) incluso se retiraron del lugar al ver que el ambiente se descontrolaba, mientras los presuntos infiltrados comenzaron a lanzar objetos y a causar destrozos frente a Palacio de Gobierno, donde elementos de seguridad respondieron con el lanzamiento de gas lacrimógeno.
El uso del gas afecto a decenas de personas, entre ellas niños, adultos mayores y periodistas que cubrían el evento.
Reporteros en la zona denunciaron haber sido agredidos y obligados a borrar material audiovisual de los hechos, mientras la nube de gas se extendía por toda la avenida Madero.
Los destrozos incluyeron vidrios rotos, pintas y daños a inmuebles, en medio del caos y la confusión general. Hasta el momento, no se ha informado sobre el daño y detenidos de manera oficial.
Lo que pretendía ser un homenaje silencioso y respetuoso en memoria de Carlos Manzo terminó convirtiéndose en una noche de violencia e incertidumbre en la capital michoacana, donde los asistentes insisten en que “la marcha fue infiltrada” y que “la ciudadanía no buscaba enfrentamientos”.
