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Ambigú

La infame acusación de Silvano contra Xóchitl

Desde que llegué a Michoacán en 1988, me ha tocado atestiguar la salida de 11 de gobernadores: Luis Martínez Villicaña -concertacesión de Salinas-; Genovevo Figueroa -sustituto-; Eduardo Villaseñor -21 días de mandato/concertacesión de Salinas-; Ausencio Chávez -sustituto-; Víctor Manuel Tinoco Rubí; Lázaro Cárdenas Batel; Leonel Godoy; Fausto Vallejo -menos de dos años-; Jesús Reyna -interino cuatro meses-; Salvador Jara -sustituto un año- y Silvano Aureoles.

Es decir, en 33 años -hasta 2021-, 11 gobernadores; solo tres sexenios completos, un cuatrienio y el fugaz de Villaseñor. Eso ya da una idea del alto grado de conflictividad política en esta entidad. De cada uno, en su momento y circunstancias, pude constatar, por lo menos en las formas, un retiro decoroso y hasta ´respetuoso´ al entrante.

Por eso me ha sobre sorprendido Silvano Aureoles Conejo.

Porque no hay peor desgracia para un exgobernador, que no aceptar que ya no es gobernador. Que el liderazgo político se desgasta y agota paulatinamente con el empuje, por ley natural, de los que siguen; que muchos de los ´grandes´ amigos se van, sí, pero con las alforjas bien llenas. Como por ejemplo los Carlos: Herrera -ahora candidato a senador por Movimiento Ciudadano- y Maldonado, que sigue con la gran vida en Miami, Florida.

Esta semana, Aureoles, cometió dos errores garrafales que deben – así, en afirmativo- tener consecuencias:

1.- La infame acusación a la precandidata del Frente Opositor, Xóchitl Gálvez; 2.- Querer imponer -por sus pantalones- a su mujer, la diputada federal Edna Díaz y a su medio hermano, Antonio García, como fórmulas para el Senado.

Realmente no entiendo qué le pasó al oriundo de Carácuaro.

El lunes 18, el PRD convocó a su RP semanal a las 10.15 de la mañana. Sacó de onda a esa hora el tamborazo de una banda y la ´bola´ que acompañaba a García Conejo a registrar su precandidatura al Senado. ¡Changos! ¿Pues qué pasó? Era la rueda de prensa normal con la dirigencia o destape? El senador quiso ´madrugar´ sobre el acuerdo nacional de la coalición “Fuerza y Corazón por México” para Michoacán, que registró primera fórmula para mujer por el PRD y segunda fórmula hombre para el PAN.

Desde el 19 de noviembre, Toño García había presentado a la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara Alta, Ana Lilia Rivera, su carta de intención para reelegirse en el escaño, mientras Silvano promovía a su mujer en la Ciudad de México y Michoacán, sobre la corriente que simpatiza con la alcaldesa de Salvador Escalante, Araceli Saucedo, que ha sido ya diputada federal y también local. Hay que recordar que Toño es senador de panzazo pues entró por primera minoría.

Pero además hay un tema pendiente para las pretensiones de los Conejo, y son los informes de labor legislativa que presentaron con fines electorales y fuera del plazo legal, Díaz Acevedo, el 11 de diciembre, y Toño García, el 16 de diciembre.

El caso que los tamborazos de García Conejo en la sede del sol azteca retumbaron hasta Apatzingán, y el martes 19, el diputado federal por Apatzingán, Francisco Huacus, que dejó el PT para sumarse a la bancada amarilla en San Lázaro, ya estaba registrado también su precandidatura.

Horas antes, la ex diputada federal y tres veces diputada local por el PRI, Adriana Hernández Íñiguez, llegó para registrarse, con su pequeña hija entre brazos, fruto de su matrimonio con el inolvidable político perredista Pascual Sígala Páez, que falleció el 26 de mayo de 2020 a los 52 años. Ya les tocaba, porque se enamoraron perdidamente entre los pasillos del Congreso local, aseguraba a lengua suelta con ojitos de borrego, el propio Pascual.

Así que digamos, Adriana vendría siendo ya una aspirante externa por partida doble, por su origen priísta y el aprecio y respeto que tiene por el PRD cultivado por el pensamiento y los ojos de Pascual. Ello lo demostró el acompañamiento que tuvo, tanto de priístas como perredistas en el cuartel amarillo…

***

Pues ese mismo lunes 18, a las 8.43pm de la noche, a través de su cuenta X, Silvano Aureoles dio a conocer su renuncia al equipo en temas de Desarrollo Sustentable, de la precandidata presidencial del Frente Opositor:

“Ante las constantes descalificaciones de las que he sido objeto en varias reuniones privadas por parte de Xóchitl Gálvez Ruiz. En un acto de congruencia, he decidido no aceptar la encomienda que me hiciera en su equipo de Fuerza y Corazón por México”. “Desde lo más profundo de mi corazón, anhelo que ganemos la presidencia de nuestro país y tengan por seguro que desde mi trinchera, abonaré como siempre lo he hecho a que el México que soñamos sea una realidad”, publicó.

Extrañamente, la importante noticia no fue compartida en el chat de prensa por parte del equipo del ex gobernador que regularmente da cuenta de lo que dice y hace.

Apenas corrió en red la decisión de Aureoles, la jefa de oficina de campaña a Xóchitl, la senadora Kenya López Rabadán, le respondió: “Querido Silvano, la próxima Presidenta de México no ha hecho comentarios sobre tu persona. Tú y todos somos importantes para detener a este gobierno que ha frenado el desarrollo y continúa abrazando a los delincuentes permitiendo los balazos a los ciudadanos”.

La respuesta de Kenia fue puntual, pero sobre todo, exacta.

Xóchitl, como un chorro montonal, puede tener una idea negativa de Silvano por esa actitud tan nefas que trae desde que salió de gobierno, por el pleito contra AMLO, la inhabilitación por parte de la Contraloría estatal para aspirar a un cargo y desde luego, las denuncias penales por malos manejos.

Pero eso, a que Xóchitl lo haya descalificado en reuniones privadas -me contaron-, nunca. Por el contrario, fue ella la que defendió al PRD en la víspera del reparto de candidaturas al Senado, cuando Marko Cortés pretendía apañarse las dos vías, pluri y de mayoría:

-¡No chinguen!… respétenle Michoacán.

Así que acusó infamemente a Xóchitl y esto, reitero, debe tener consecuencias…

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Donde si hubo consecuencias, fue en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI respecto a la mala actitud del dirigente estatal, Memo Valencia, y que describí -a partir exclusivamente de sus propios comunicados de prensa- en la entrega anterior de esta columna, el 15 de diciembre: “Alito debe hacer algo con Memo; pretende robar canicas al PAN y PRD”.

Ese mismo viernes, ya por la tarde y a través de un despacho de prensa, Valencia Reyes informó que dejaría ya de joder a los diputados locales con el tema del Auditor Superior de Michoacán; el domingo 17, desde Lázaro Cárdenas, llamó a Acción Nacional a ponerse de acuerde porque, “hoy, México y Michoacán nos requiere unidos”.

Pero el martes, en su RP semanal, anunció su retiro temporal de la presidencia del tricolor “con la finalidad de que avance la coalición con el PAN Y PRD”, porque -aunque insiste- sigue pensando que el tricolor solito, gana.

Pues en chinga que le toman la palabra. El miércoles 20, ya estaban sentados el delegado nacional del PRI, Enrique Rojas Orozco, con Javier Estrada, secretario general del partido Azul y Octavio Ocampo, líder del Amarillo, quien compartió en Facebook: “Sin lugar a dudas que el diálogo abierto y transparente permitirá caminar juntos en favor de Michoacán”.

Así que de un momento a otro, quedarán cuajadas las fórmulas para el Senado por parte de la coalición opositora. Sin Memo, claro…

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Otro cabeza dura que sufrió las consecuencias de su frívola y desapegada gestión como gobernador y líder político de su partido en la entidad, fue Alfredo Ramírez Bedolla.

En Morena se pasan de ingenuos. Todavía creen que las encuestas cuentan, cuando las candidaturas se asignan por dedazo. Por eso llegó Celeste Ascensio como cuota a la “Diversidad”, y el ex alcalde de Morelia, Raúl Morón.

A Alfredo Ramírez Bedolla se le pudo olvidar cómo y por qué llegó al Solio de Ocampo. Ensoberbecido por el poder, hizo a un lado de la manera más gacha y pública a quien lo recomendó, le hizo la campaña y lo hizo ganar. Pero al profesor no se le olvidó y estuvo dos años en la banca… pero donde se tomarían las decisiones para el 24.

Pero en justicia y compensación, la merecía Raúl Morón…

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