
Dividida internamente y sin respaldo efectivo de la base magisterial, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) desmanteló el campamento que mantenía sobre la Avenida Madero, en pleno corazón de Morelia. Al momento de su retiro, apenas quedaban alrededor de treinta personas, que junto con algunos comerciantes informales mantuvieron bloqueada esta importante vialidad.
Aunado a la escasa asistencia, se registraron incidentes de violencia: un motociclista fue atacado en las inmediaciones del plantón y varios reporteros reportaron insultos y amenazas por parte de manifestantes mientras documentaban las carpas, la mayoría de ellas desocupadas. Estos hechos evidenciaron la falta de fuerza propia de la CNTE, que se apoyó en agrupaciones ajenas al magisterio, para sostener la protesta.
Según la Asociación de Comerciantes y Vecinos del Centro Histórico de Morelia (Covechi), el bloqueo ocasionó pérdidas superiores a los 58 millones de pesos, además de generar problemas de movilidad para residentes y turistas.
Mientras tanto, más de 72 mil docentes y personal administrativo continuaron con sus actividades sin interrupciones. Se registró la Olimpiada del Conocimiento, el Encuentro de Escoltas y Bandas de Guerra, la Jornada Internacional Deportiva, los Juegos Recreativos para el Bienestar, entre otras actividades.